Los dueños del mundo…



Habitan en la tierra miles de especies animales, además de diversas, entre ellas el hombre, quien gracias a la “gracia divina” se ha convertido en el dueño del mundo, pues desde hace siglos que esta decide el destino de las demás especies, ser conservacionista o ecologista se ha convertido en una actividad destinada a los filántropos o excéntricos y esto es algo que debería ser una norma de vida.

En nombre de la economía, de la modernidad  y de la pobreza cada día mueren muchas especies, o son devastadas varias áreas del planeta, me pregunto quién delego a los gobernantes del mundo la potestad de hacer y deshacer la tierra. Se cree que el hombre es el ser más inteligente del planeta, que ha evolucionado durante siglos y continua haciéndolo hasta el día de hoy, yo pienso que en realidad nos hemos convertido en los depredadores  más dañinos de la tierra en  toda su historia y eso no es evolución.

Pienso que mucha de esta culpa recae en la religión y en el hecho de creer que este mundo lo hizo dios y que nosotros somos sus hijos, por ende el planeta es legado del padre, por eso nos atribuimos el derecho de hacer y deshacer del mismo incluso yendo en contra de nuestro “prójimo” que al final de cuentas es muy evidente que “no importa” y “nunca ha importado”


Que sería de la especie humana si apareciese en la tierra un modo de vida más inteligente que nosotros, nos sometieran y nos destrozaran la vida con sus determinaciones, sin consultarnos, sin tomarnos en cuenta siquiera, tal vez sería probar de nuestra propia medicina para darnos cuenta de todo el daño que hemos hecho y le hacemos al mundo diariamente. O tal vez la mayoría en vez de recapacitar asimilaría que eso es “castigo de Dios” y que deberíamos “arrepentirnos” antes de que venga el fin… para ser franco no me sorprendería, así como no me sorprende que los cristianos y similares se sientan dueños de todo lo que existe, hasta de lo que respiras y ese hecho sirve como pretexto fundamental para todas esas acciones destructivas.

También la codicia, el desarrollo, la modernidad, el materialismo, el consumismo y similares, contribuyen con la destrucción del planeta y las especies que coexisten en ella, esto unido a los dogmas de la religión es el fundamento básico y esencial de toda la destrucción y depredación que se da diariamente, hablamos de respeto, de igualdad, de humanidad, pero solo son disculpas hipócritas que tratan de convencernos de que sus acciones destructivas tiene un fin mucho mayor y en beneficio de “todos” y ahí uno se da cuenta que “todos” solo es el sinónimo de “hombre”.

Cada día en el mundo la pobreza y  la miseria se extiende, la mayoría son víctimas del sistema económico que rige actualmente el mundo, en países del tercer mundo, que básicamente es el beneficio de pocos en contraste de la desgracia de muchos, la supervivencia y la delincuencia se convierte también en depredación, tanto el narcotráfico que utiliza químicos para su desarrollo, devasta la tierra con sus pozos de maceración en muchos casos,  además de que clandestinamente depreda el área de acción donde se esconde y son vertidos a los ríos los residuos químicos alterando así el hábitat de los animales.  La caza indiscriminada por las especies que tiene gran valor en el mercado y que a pesar de regir leyes que los prohíben, se da diariamente en el planeta, la desesperación por socavar la tierra explotando las minas tampoco contribuye a la conservación del planeta y los dueños de estas contratan a gente por sumas ridículas que apenas dan para sobrevivir. La mayoría de los actos ilícitos y clandestinos utilizan a la gente de escasos recursos como carne de cañón, al final que uno de estos entre a la cárcel no tiene ningún valor, mientras el responsable sigue acumulando riquezas y viviendo una vida “digna” y de lujos.

 Al fin y al cabo nos vendieron el cuento de que los pobres son los favoritos y privilegiados de Dios, así que alegrémonos de que existan y de que sean la mayoría.

No es coincidencia que el cristianismo desde su creación se ha empeñado en hacer desaparecer culturas, religiones paganas y ancestrales, que tenían el culto a la madre tierra, a la naturaleza y la “satanizaron” con la brujería y la hechicería, perdiendo así un valor fundamental en la vida del hombre, el respeto al entorno y al hábitat. Tampoco es casualidad que la mayoría de las culturas antiguas existentes en todos los continentes han demostrado su respeto a la naturaleza, al mundo que habitan y los cristianos con la cruz por delante destruyeron a la mayoría de estas, imponiendo el culto a un dios egocentrista, celoso y despiadado, que busca solo la perfección de su culto.

Las comunidades cristianas, evangélicas y similares, solo apuntan al objetivo de tener más poder de influencia y más poder económico, atrás quedan los supuestos valores de humanidad de la que tanto presumen tener, incluso las empresas cristianas que evitan muchos impuestos por serlo, se dedican al lucro y la maximización de las utilidades invertidas, al fin y al cabo se dieron cuenta que la palabra de dios es un negocio rentable, los libros, la música y todo lo inherente a la cultura cristiana al igual que el mercado que tanto critican debe pasar previamente por caja, porque incluso descargarse un contenido cristiano de la red es sinónimo de robo que está penado en algún mandamiento de la Biblia que es la ley omnipotente, aunque nunca han demostrado su autenticidad como tal.

¿Cuándo estas empresas disfrazadas de instituciones empezaran a pagar impuestos por todo el lucro que diariamente realizan en nombre de dios y el espíritu santo?

Cada día vemos como estas “instituciones” van ganando espacios en los medios de comunicación, existen por lo menos  6 canales de televisión local de carácter cristiano y muchos de estos transmiten las 24 horas, asimismo radios y otros medios que no solo están destinados a esparcir como germen la palabra de dios, sino también dedicado a reclutar más fieles a su causa, como también consolidar su economía, pero como un aporte social verdadero no existe ninguno, la caridad, las obras humanitarias, es asunto divino o se convierte en una plegaría para que dios las atienda si es que no eres un gran pecador o mínimamente si crees en él. Los que supuestamente deberían ser mejor personas que los demás… simplemente no lo son y nunca lo han sido.

Por último, las políticas internacionales actuales, solo apuntan a la economía y el desarrollo de los mercados, no existen medidas que consoliden un mejor tratamiento al planeta y si existen solo son pequeños emprendimientos que sirven de disculpa o como promesa de que en el futuro atenderán las mismas, en síntesis nuestra casa y los que la habitan es lo último que importa, además que el dueño de la casa es el hombre y los animales sus mascotas, sin consideración ni derecho alguno y que además deben dar gracias al amo por vivir en la misma.

Qué triste es ver como el planeta se degenera y es destruido por el hombre bajo la bandera de ser el dueño del mundo, legado de dios inquebrantable e incuestionable.

_Blackened

Créditos fotos:

Imagen de la representación de las religiones, extraída del sitio: http://cnho.wordpress.com
Imagen de la madre tierra extraída del sitio: http://antoniarodriguezlupianez.blogspot.com

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